LA VÍA LÁCTEA
«En noches serenas podemos ver una franja blanca que atraviesa
el cielo de lado a lado, con muchas estrellas. Son sólo una pequeña parte de
nuestros vecinos.
Entre todos formamos la Vía Láctea, nuestra galaxia. Los
romanos la llamaron “Camino de Leche” «Si
pudiéramos observar la Vía Láctea desde fuera de ella, veríamos el centro
abultado, amarillo y brillante, con forma de balón de rugby,
y un delgado disco de color azulado girando alrededor.
La Vía Láctea tiene forma espiral barrada, como un molinillo.
En el centro hay un agujero negro, que los científicos llaman Sagitario A. El centro
no es redondo, sino algo alargado. Cerca de él están las estrellas más viejas,
rojas y amarillas.
Del centro nacen cuatro brazos: Brazo de Perseo, Brazo de Orión,
Brazo de Sagitario y Brazo de Cruz Centauro. Forman un disco que gira lentamente
en espiral. En los brazos están las estrellas más jóvenes, las blancas y
azules. También hay muchas nebulosas; en la mayoría de ellas se forman nuevas
estrellas. El Brazo de Sagitario es el más brillante de todos.
La Vía Láctea es una galaxia grande. Mide 100.000 años luz
de diámetro y contiene más de 200.000 millones de estrellas. Su gravedad es tan
poderosa, que atrae a otras galaxias cercanas más pequeñas.
La Tierra está a 25.000 años luz del centro de la galaxia,
en una zona poco poblada del Brazo de Orión. Nuestro Sistema Solar tarda 225
millones de años en dar una vuelta completa a la Vía Láctea.