¿Alguna vez te has fijado en los distintos colores de las estrellas? En
el cielo podemos encontrar miles de estrellas brillando, aunque cada una lo
hace con diferente intensidad en función de su tamaño, de su “edad” o de su
distancia a nosotros. Pero si nos fijamos con detenimiento o las observamos a
través del telescopio veremos que, además, las estrellas pueden tener
diferentes colores o tonalidades, desde el rojo hasta el azul. Así pues,
encontramos estrellas más azules o estrellas más rojas. Este es el caso de la
brillante estrella Antares, cuyo nombre significa precisamente “el rival de
Marte”, puesto que compite con el intenso color del planeta rojo.
Por qué las estrellas tienen diferentes colores
El color de las estrellas depende
básicamente de la temperatura de su superficie. Así pues, aunque parezca un poco
contradictorio, las estrellas azules son las más calientes; y las rojas, las
más frías (o, mejor dicho, las menos calientes). Si recordamos el espectro
lumínico, que casi todos hemos estudiado en el colegio de pequeños,
entenderemos fácilmente este aparente contrasentido. Según el espectro
electromagnético, la luz ultravioleta es mucho más intensa que la luz
infrarroja. Así, el color azulado implica radiaciones más intensas, más
energéticas y, por tanto, corresponde a temperaturas mayores.
Así, en astronomía, los colores
de las estrellas varían en función de su temperatura y también de su edad. En
el cielo encontraremos estrellas de color blanco-azulado o estrellas de color
anaranjado o rojizo. Por ejemplo, la estrella Bellatrix, de color azul, tiene
una temperatura superior a 25.000 grados Kelvin. Mientras que estrellas rojizas
como Betelgeuse apenas alcanzan los 2.000 K.
Clasificación de las estrellas según su color
En astronomía se clasifica a las
estrellas en 7 categorías diferentes según su color y tamaño. Estas categorías
se representan por letras y se subdividen a su vez en números. Por ejemplo, las
estrellas jóvenes (más pequeñas y calientes) tienen un color azulado y se
catalogan como estrellas de tipo O. Por otro lado, las estrellas más viejas
(más grandes y frías) se clasifican como estrellas de tipo M.
Nuestro Sol es una estrella de
tamaño medio y color amarillento. Su temperatura en la superficie es de unos
5000-6000 grados Kelvin y se considera una estrella de categoría G2. Según
envejezca, el Sol irá aumentando su tamaño y se irá enfriando mientras se
vuelve cada vez más rojiza. ¡Pero para eso aún quedan varios miles de millones
de años!
El color de las estrellas indica su edad
Además, el color de las estrellas
nos da una idea de su edad. Así las estrellas más jóvenes tienen una tonalidad
más azulada y las estrellas más viejas, más rojiza. Esto es debido a que cuanto
más joven es una estrella, mayor energía genera y mayor temperatura alcanza.
Por el contrario, cuando las estrellas van envejeciendo, generan menos energía
y su temperatura disminuye hasta colores más rojizos. Sin embargo, esta
relación entre su edad y su temperatura no es universal ya que depende del
tamaño de las estrellas. Si una estrella es muy grande, consumirá su
combustible más rápidamente y se volverá rojiza en un tiempo más corto. En
contra, las estrellas de menor masa tienen una “vida” más larga y tardarán más
en abandonar su color azul.
Fuente: https://astroaficion.com/2012/04/23/los-colores-de-las-estrellas/
ACTIVIDAD
1- ¿Qué es una estrella?
2-¿ Cómo nacen las estrellas?
3-¿Por qué presentan diferentes colores?